Según los afectados por la reforma, al autorizar al IFE para organizar las elecciones estatales, se vulneraría la mal llamada soberanía estatal, pero eso no es cierto. No es cierto porque solamente es una posiblidad, el IFE entraría en acción previa petición del gobierno estatal, pero eso no lo dicen ni los gobernadores ni mucho menos las televisoras.
En lo que se refiere a los partidos chiquitos, que son un gran negocio, empezando por el partido verde, la reforma es muy buena. Con esta nueva reglamentación se permiten todavía las coaliciones entre partidos, sin embargo, ahora al momento de votar, en la boleta electoral, el elector tendrá que decidir entre uno de los varios partidos aliados. Por eso a esos partidos chiquitos la reforma no les conviene. La gente sabrá si esos partiditos tienen efectivamente respaldo popular. En concreto el partido verde se verá en graves apuros, porque es uno de los partidos más ricos que no goza de representatividad ni de gobierno. Ya es hora de acabar con los negocios familiares.
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